martes, 31 de julio de 2007

Trabajo ideal: casting director II


Para interpretar a Holden en la versión argentina de The Catcher in The Rye
(?)


Nahuel Pérez Biscayart
(y rápido porque los chicos crecen)

Trabajo ideal: casting director

Para interpretar al Mano en la película de El Eternauta:



Boy Olmi






jueves, 26 de julio de 2007

Casualidades

Decenas, cientos de veces me pasó. Yo no sé si creo en las casualidades, por eso no les miro los pies a las embarazadas en la calle. Porque tengo miedo de que se caigan, de que se tropiecen por mi culpa. Muchas, demasiadas veces miré a la gente justo un segundo antes de que se resbalaran, se tropezaran, se doblaran tobillos, cayeran al piso o pisaran mal el cordón de la vereda. Empiezo a creer que no es casualidad, que tengo poderes. Siempre pasa cuando estoy distraída. No es que voy por la vida pensando “caéte, caéte”.
Dicen que usamos una parte muy pequeña de nuestro cerebro. Tal vez si yo fuera un X-Men tendría el poder de tirar a la gente al piso. Menos mal que existe el profesor Xavier para enseñarme a canalizar la energía y tal vez algún día aprender a mover objetos con la mente.

lunes, 23 de julio de 2007

Pequeño museo de citas II

"Ese sistema es nuestro enemigo. Pero cuando estás dentro, miras alrededor. ¿Qué ves? hombres de negocios, maestros, abogados, carpinteros. Las mentes de la misma gente que estamos tratando de salvar. Pero hasta que lo hagamos esta gente es todavía parte del sistema, y eso los hace nuestros enemigos. Tienes que entender, la mayoría de esta gente no está lista para ser desconectada. Y muchos de ellos están tan inmersos, tan desesperadamente dependientes del sistema, que lucharán para protegerlo."











¿Marx? No, Matrix

lunes, 16 de julio de 2007

sólo porque me gusta

Tocaban con chaquetas rojas, tenían flequillo y grabaron
solamente dos discos.
Los dos líderes (¿puede haber dos líderes?) Pete y Carl -pareja símil Lennon-McCartney del 2000- tenían una relación ambigua, homoerótica y platónica. Escribían juntos canciones inspiradas, se vestían igual, se abrazaban en escena y compartían micrófono, con toda la cercanía que eso implica.
Románticos y destruídos, epígonos rockeros de Shelley y Byron, tienen montones de referencias literarias en sus
discos. Nunca fueron muy famosos en Estados Unidos ni en Sudamérica. Duraron poco juntos, porque Pete y Carl se amaban y se repelían a la vez. Uno se dedicó a salir con supermodelos y el otro dejó las drogas que consumía desde los diez años. Formaron cada uno su banda, aunque algunos dicen que separados no es lo mismo. Acá arriba, un video de The Libertines (los mismos del Marqués de Sade).

viernes, 13 de julio de 2007

La lengua del imperio


¿Por qué será que cada vez que hay una mini serie o película histórica sobre Grecia o Roma antiguas, los actores siempre tienen que hablar en inglés británico? Es como si los romanos no pudieran ser interpretados en el cine más que por actores ingleses, con acento inglés R.P. que es algo así como el británico standard y más prestigioso. A nadie se le ocurre un Julio César que hable como neoyorquino o un Marco Antonio de Texas. Incluso los actores norteamericanos van con un profesor de dialecto cuando tienen que hacer de ... romanos... para hablar como.... ingleses.
Los personajes de clase baja, además, siempre hablan como la gente de clase obrera en Inglaterra, (o como escoceses) cosa que resulta todavía más extraña.


Nosotros nos quejamos del neutro de Mickey Mouse, pero si en Argentina alguien tuviera la plata y la iniciativa suficiente como para hacer una producción de esas dimensiones, pensemos, por ejemplo, en una mini serie basada en los viajes de Apolonio de Tiro (¿¡por qué no?!) que es una historia con todos las características para convertirse en el nuevo Resistiré, ¿cómo hablarían los esclavos y los marineros? ¿como Palito, el villero de Fernando Peña? ¿Y cómo hablarían los ricos?
¿Por qué no? pero al mismo tiempo ¿por qué no es lo mismo? no es lo mismo ver una película de dibujos doblada en "argentino" que en español Mickey Mouse.
No es lo mismo enseñarle a un extranjero a hablar de "tú" que enseñarle el "vos". No es lo mismo. Pero en la pantalla nuestra variedad me suena tan rara, tan barata, casi.
A mí me gustan los emperadores romanos hablando en británico. Creo que hablando yanqui serían insoportables. ¿Un imperio es heredero de otro imperio? ¿Las únicas dos lenguas imperiales y universales se tocan en la televisión?
Algún día muy lejano, tal vez cuando el inglés sea una lengua muerta o haya mutado (al spanglish o lo que sea) quizás se considere que los personajes de Shakespeare son más fielmente representados en chino de Pekín que en cualquier otra lengua del mundo.

sábado, 7 de julio de 2007

Flores sí, Flores no

O La geografía urbana está dividiendo a mis amigos

Tengo un grupo de amigos heterogéneo compuesto por siete personas que viven en los cuatro puntos cardinales de la ciudad. En sentido horario, empezando desde el norte: San Andrés, Palermo, Parque Patricios, Parque Avellaneda, Flores.


La discusión es siempre la misma, juntémonos en un lugar que nos quede bien a todos. Las disquisiciones sobre el transporte y el espacio-tiempo que nos separan son interminables y nunca, nunca se resuelven.

Esta vez, F. propuso que nos reuniéramos en Caballito o Flores, lugares estratégicos, más o menos equidistantes de todas nuestras casas.

Acá abajo, N. -habitante de Parque Avellaneda- hace la defensa del no-sedentarismo y el extrañamiento:


"Disiento.
A mi también me quedan cerca. De hecho, me queda tan cerca que voy todo el tiempo.
Es más! Puedo nombrar todos y cada uno de los locales que hay sobre las dos manos de Rivadavia desde Lacarra hasta Avenida La Plata y recitar al pie de la letra el texto exacto del total de los menús que han usado en los últimos 10 años y puedo afirmar, sin lugar a duda, que a estas alturas no hay uno solo que me excite pero ni un poco.
Capaz solamente sea el rigor de la rutina hablando, pero lo digo y lo repito: Flores apesta.
Puede que Plaza Italia también apeste, pero al menos es una peste a la que no estoy acostumbrado.
Cuando pase por ahí podré afirmar: "Oh, pero que peste más exótica y pintoresca!" y, tal vez, comprarme un rosario hecho con carozos de aceituna provenientes de pizzerías diferentes a Tomatito's y Pietra Due.
Serán estos carozos mejores a los nuestros? Nah, solamente serán distintos. Pero yo los quiero.
Quiero perderme por calles con nombres que, de otro modo, nunca habría leído. Quiero tomarme colectivos que no doblen en Alberdi. Quiero entrar a bares con televisores sintonizados en canales extraños, reírme de palabras que los paisanos de turno consideren cotidianas y voltearme a ver mujeres que normalmente no estarían en mi mismo plano astral.
Anhelo dejar de respirar por unas horas el ocre aire de mi bienamado Parque Avellaneda para poder así respirar otros aires ocres, más sofisticados o, aunque sea, con menos sabor a "todoelrestodemivida".Escuché "Queda lejos"? Vaaaaaaaaaamos. .. O sea, el caribe queda lejos y quiero ir igual. Si quisiera restringir mi existencia a un radio de 10 cuadras jugaría a las bochas con los viejos de mierda del parque, comería en La Continental hasta que me agarrase una embolia y me casaría con un playero de la Shell. Con suerte moriría antes de llegar a los 30 por no querer irme hasta el hospital que queda muy contramano.
Aparte, todo bien, pero mi plan original era ir al Malba por la sencilla razón de que quería ir al Malba y no creo que nadie me lo arrime hasta Avenida del Trabajo*. Además, estoy seguro de que algún día va a pasar algo interesante a más de un kilómetro de acá y voy a querer estar ahí. Mejor ir practicando.


A ponerle onda, que la vida sedentaria hace daño.


N.


(Dejá Flores, volvé al paco)"

*N de la B: Avenida del Trabajo es Avenida Eva Perón para los no-gorilas

viernes, 6 de julio de 2007

miércoles, 4 de julio de 2007

domingo, 1 de julio de 2007

Imaginación pop

o Uno confiesa en estos lugares semi públicos, semi privados, todas las cosas que no se atrevería a decir en ninguna reunión de amigos.

Hoy, mientras el deber me llamaba a terminar una monografía sobre la violencia y Manuel Puig, (este dato no es menor) entre otras cosas, me quedé paralizada frente al televisor por más de tres horas mirando el homenaje a la Princesa Diana que organizaron sus hijos y que transmitió VH1 desde las doce del mediodía. Las estrellas invitadas actuaban intercaladas con testimonios grabados de gente que la conoció, generalmente en alguna de sus obras de caridad. Todo tan bien hecho, tan bien editado. En general los cantantes eran algunos de los favoritos de Diana y por eso también actuaron el English National Ballet y algunas estrellas de comedias musicales.


Las imágenes de la princesa en África o en alguna casa de enfermos de HIV siempre me produce la misma inconfesable sensación de emoción. Siempre peinada, siempre perfecta, como una Barbie. Y pensándolo un poco, Lady Di es como la encarnación de la muñeca rubia, siempre bien vestida pero haciendo toda clase de cosas, Barbie maestra, Barbie astronauta, Barbie embajadora. Barbie buscando minas sin explotar en Angola, Barbie hablando el idioma de los sordomudos. Barbie casada con un nabo amante de los caballos.


El mismo año en que murió Lady Di murió también la Madre Teresa de Calcuta, pero la muerte de esta última no tuvo el impacto (ni mediático ni emocional) que tuvo la muerte de la princesa, tal vez porque la monja usaba siempre la misma ropa y además, digamos la verdad, las monjas nunca fueron muy populares. Una mujer, hecha para el sexo, para tener hijos, para ser linda, que elije ese destino de ascesis… es casi un pecado.


A mí, que soy sudamericana, que no tengo ningún tipo de lazo afectivo con la realeza, me emociona ver un homenaje a Lady Di, tal vez porque es un personaje absolutamente pop. La Madre Teresa me produce una admiración enorme. Lady Di me hace llorar.
Para no sentirme tan culpable por no estar haciendo lo que debería, concluí que si Manuel Puig hubiera vivido unos años más tal vez habría incluido a la princesa Diana en alguna de sus novelas. Porque no quedan muchas mujeres como Norma Shaerer o Rita Hayworth.

Cada uno hace con su vida lo que puede, no? Yo prefiero las visitas de Lady Di a África que las cenas de caridad que hacen en Hollywood.

Creo, además, en los homenajes, que son diferentes de los conciertos como el Live 8 que me pareció una farsa total, aunque participaran algunos de los mismos artistas. Estoy segura de que a la gente que fue al Live 8 no le importaba en absoluto la pobreza o la preservación del medio ambiente, y en cambio las señoras gordas que fueron al Concert for Diana seguramente tenían algún tipo de afecto por ella o le llevaron flores cuando se murió.
Al final del día siempre son los mismos los que ganan plata, claro, los productores y las discográficas y bla bla bla, pero al fin y al cabo vivimos en un mundo de entretenimiento. El que nunca vio televisión, ni se compró un CD, que tire la primera piedra.

Y ahora despierto de mi sueño pop, que mañana entrego y todavía me falta la mitad.