domingo, 24 de febrero de 2008

dos en uno


Mientras en algunos países los comercios insisten en hacerse cada vez más especializados, y aparecen lugares donde se pueden probar ochenta variedades de té, o comprar sólo CDs de jazz, en otras latitudes la necesidad obliga a fusionar. No a fusionar comida vietnamita con sabor noruego, sino cosas más básicas y vitales como la vida y el entretenimiento. Es el caso de este comercio en Potosí, Bolivia, que además de ser una funeraria con amplia variedad de cajones, funciona como videoclub. Dos pájaros de un sólo tiro.
foto: Xiomara Tejera

sábado, 23 de febrero de 2008

Test incompleto (categoría más que delicada)

Usted es muy probablemente un (e)snob si:

-dice "iterar" en lugar de “repetir”
-odia a Cortázar (los que dicen que odian a Borges más que snobs son necios)
-ama u odia al MALBA (¿por qué sentimientos tan fuertes hacia un museo?)
-vive en Palermo Soho
-odia a Palermo Soho
-odia a Kevin Johansen
-sólo toma clases de instrumento con un profesor famoso (es decir, del ambiente)
-cuenta todo el tiempo de qué países del sudeste asíatico proviene la ropa que tiene puesta

La lista está obviamente incompleta y fluctúa invariablemente con el tiempo. Lo que hoy es (e)snob mañana puede no serlo. Y al revés.
Fantástica categoría, ésta.

sábado, 16 de febrero de 2008

Vanidad II


Una vida feliz está generalmente compuesta de muchos instantes fugaces de felicidad inaprehensible, y es muy probable que muchas personas no experimenten nunca una sensación de felicidad extrema y absoluta, aunque eso no sea necesariamente algo triste.
Yo que tengo muchísima suerte la experimenté tres veces. Las tres durante viajes, vacaciones. Momentos de la vida condensada. Un viaje es puesta en abismo, o quizás, para algunas personas, la vida real.
Me siento vanidosa escribiendo sobre mi propia felicidad (¿a quién le importa, después de todo?) y además, como muchos señalaron antes, la felicidad se justifica por sí sola.
Y sin embargo existe una necesidad de comunicar.
Durante este viaje experimenté otra vez la sensación de que todo lo que necesito está aquí y ahora. Un momento corto pero abismal que se traga el pasado y el futuro.
Presente... ¡puro!
Y cuando no quiero hablar, por suerte están las imágenes que lo dicen todo.
(¡felices vacaciones! en este caso, más una exclamación que un deseo)