-I-
Una página de internet (norteamericana) dedicada a la literatura organizó en 2003 un concurso que se llamó “Imaginary Book Reviw”, que se presentaba como una invitación a escribir reseñas borgeanas de libros inexistentes.
El certamen se abría con un epígrafe de Borges (“Desvarío laborioso y empobrecedor el de componer vastos libros”… de "El jardín de senderos que se bifurcan") y exhortaba a los lectores y amantes de nuestro Georgie a escribir la reseña (de entre 500 y 1000 palabras) de un libro absolutamente imaginario. Podía tratarse de un libro de ficción o de no ficción y su autor podía ser inventado o real.
El ganador fue un tal Ronald Flanagan, que escribió la reseña de una colección de poemas de William Coraxe, un poeta desconocido cuyos escritos llegan a sus manos gracias a un profesor que, al morir, le deja un disco de Duke Ellington y el libro “Plethora” escrito en caracteres góticos.
Es complicado de contar, aunque se trate de un texto breve. Es borgeano, sí señor.
Otros ganadores incluían una reseña de la novela perdida de Jorge Luis y un comentario sobre libros basados en el Finnegan’s Wake de Joyce, que intentaban experimentar con la lengua, como aquél. Los resultados de esos experimentos ficticios eran, entre otros, un texto en el que aparecían 375 idiomas y trataba sobre la vida de un diplomático nacido en el espacio que reflexionaba, mirando la tierra desde arriba, sobre el intercambio cultural más allá del lenguaje y terminaba muerto cuando su nave chocaba con chatarra espacial.
-II-
Un autor galés llamado Rhys Hughes escribió, también en 2003 un libro de cuentos entitulado A New Universal History of Infamy. Intertextualidad, que le dicen.
No leí el libro así que no puedo opinar demasiado. Lo único que opino es que Rhys Hughes tiene suerte de ser inglés y no argentino, porque si hubiera nacido por estas partes tal vez nunca se habría animado a intentar una cosa así, o tal vez, con agallas de hierro, lo hubiera publicado, para que la crítica y nuestros amados profesores (y compañeros, y otros) se lo destrozaran sin miramientos. No digo que el libro sea malo –como dije, no lo leí- pero pienso que escribir un libro así es más un acto de amor que otra cosa. Sospecho que un homenaje de ese tipo es poco sutil, aunque viva por el muchacho que en esas tierras lluviosas se aventura a leer literatura argentina. Para nosotros, más que nada, ese libro sería una curiosidad.
-III-
Para terminar. Pienso que los argentinos, y sobre todo los académicos, están tan preocupados en pensar la figura de Borges, el legado de Borges, lo que Borges nos dejó, cómo Borges nos cagó la vida a los escritores que nacimos después de Borges, cómo matar a Borges, cómo reconciliarnos con Borges, ¿era facho Borges?, ¿tenía sexo Borges? que se olvidan de disfrutarlo.
¿Por qué nosotros no tenemos de esos concursos literarios a ver quién imita mejor a Borges y quién se ríe mejor de él sin dejar de rendirle homenaje? El humor es un excelente remedio para superar una crisis. Nosotros no nos reímos de nosotros mismos tanto como queremos creer. Tenemos todavía demasiada vergüenza y demasiado miedo al ridículo.
Cualquiera que haya leído Pierre Menard sabe que la imitación es imposible. ¿Por qué, entonces, se preocupan tanto? En el Renacimiento, un ejercicio para los estudiantes universitarios era escribir ensayos copiando el estilo de los diferentes maestros clásicos. No estaría mal hacer el experimento y ver qué sale.*
6 comentarios:
Che... hablando de Borges, Puig y gringos que escriben a la manera de...
Sabés cuándo nos podemos encontrar con Violeta??
Besotes
hi...obviously i cannot read your blog. it seems we share a love for Borges. i will read the book you mentioned.
ciao.
¿Se puede disfrutar a Borges sin ponerlo en la mesa de disección? ¿Se deja?
yo pienso que todos imitamos a diferentes personas cuando escribimos, sólo que a veces nos damos cuenta y tras no...
besote
No, yo no creo que se pueda no diseccionarlo. En todo caso, analizarlo está muy bien. Es obvio que nuestra intertextualidad de Borges, comparada con la de "ellos" es mucho menos ingenua. Por eso un inglés escribe una Nueva Historia Universal de la Infamia mientras que un argentino se manda un Help A Él, que es una forma muy distinta y menos inocente de apropiación.
Somos menos inocentes leyéndolo, es inevitable casi, por eso tal vez pareciera que ellos se divierten más con él. No sé, igual yo no decía que imitemos solamente. Eso sería medio trucho, como lo del galés. Solamente reirse un poco más. No sé.
Gracias por pasar!
besos
Viruta!!! Yo no me le atrevería a Borges ni por las chapas, pero bue, no sé..., a veces pienso q ni me interesa (y juro q no es pose, no lo puedo evitar). Aunq los poemas un poco... un poco q me dan bronca.
Besote!!! (y perdón por el desvarío de madrugada).
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