sábado, 27 de noviembre de 2010

Ningún muñeco


Este post tan postergado es sobre esas cosas de la vida, cuando por mucho tiempo no sabemos nada de alguien, y de repente, nos encontramos con dos noticias suyas en un día.

Ayer me enteré de que Mattel hizo unas versiones Barbie de los personajes de El Señor de los Anillos. La idea es que Barbie y Ken "se disfrazaron" de los personajes (tal vez para jugar un rato, para darle variedad a una vida sexual que es más estéril que el muchacho de los calzoncillos dibujados). Pego una fotito:













Y hoy me llegó esta invitación:











Viggo, el pibe que vivía en el Chaco, vuelve a Buenos Aires para presentar su nuevo libro de poemas en el CCEBA. ¡Muy buena noticia! Mucho mejor que su transformación en un Ken.

Para terminar, les copio un poema suyo de amor:

TRAGUÉ EL BAGRE
Y EL ANZUELO
Y LA FE QUE
TAN DULCE TENÍA
LA TARDE DEL DIA
QUE TE CONOCÍ.

ME VI EN TUS OJOS
Y EN TUS BRAZOS;
UNA VIDA ENTERA
EN TU BOCA VIVÍ
LA TARDE DEL DIA
QUE TE CONOCÍ.

sábado, 11 de septiembre de 2010

sin resentimientos, chicas










Las veo a las leonas, todas fibrosas de cuerpos tonificados festejar el gol en abrazo femenino y me pongo contenta por el deporte de mi país, pero en el fondo lo único cierto es que ellas me recuerdan a todas las chicas que nunca me elegían para su equipo en la clase de gimnasia.

martes, 24 de agosto de 2010

Locuras de otros I

Hoy: Historia clínica

En su estudio sobre las psicopatías sexuales publicado en 1886, el Doctor Richard Von Krafft Ebing relata el caso de una mujer -a la que acomoda bajo el rótulo “lesbianismo”- que enamorada de una muchacha cinco años más joven que ella, se ve obligada a casarse con un hombre con el que es claramente infeliz. Piensa en el futuro con horror, dice el médico, y padece los encuentros sexuales con él como si fueran la peor de las torturas. Sin embargo, y a pesar de lo desagradable que le resulta el contacto carnal con él, la paciente experimenta un principio de atracción hacia su esposo cuando el joven toca el violín. Es durante esos momentos intemporales, sumido él en la belleza técnica de su instrumento, que la muchacha siente que siente un leve principio de algo que es un poco más intenso que la amistad y el cariño. Lo amaba mentalmente, dice el doctor, y sólo de manera transitoria durante esos lapsos melódicos ella piensa que podría llegar a amarlo como hombre. El hechizo, naturalmente, tiene la duración de una pieza musical.

jueves, 1 de julio de 2010

Ladrones de ideas!

El otro día me escandalicé y mandé un mail enfurecida a mis amigos, cuando vi en varios diarios que abrieron en el centro de la ciudad un "siestario". Me escandalicé porque esa idea era mía, era una idea a la que le dábamos vueltas Vale y yo cuando salíamos del trabajo al mediodía y teníamos que hacer unas tres horas de tiempo hasta entrar a cursar en la facu. Esto me pasó durante al menos dos años, dar vueltas por ahí en algún bar barato y dormitar sentada en la mesa, apoyando la cabeza entre los brazos cruzados, o siestear un rato en las sillas de la sala silenciosa de la biblioteca. Las dos opciones desembocan irremediablemente en la sensación horrenda de piernas dormidas.

En mi proyecto no se llamaban siestarios sino dormideros y estaban destinados a los trabajadores o a los estudiantes como nosotras, que tenían que hacer tiempo y no podían volver a la casa sólamente por dos horas. Obviamente no se nos había ocurrido tener un "coach de sueño" ni cobrar 150 pesos. Lo mío era más bien unas cabinitas con música a elección, una mantita y un turnito de 1 hora para el trabajador. (Igual los expertos en siesta ahora dicen que lo ideal son 20-30 minutos... pffff). A los dormideros estaba prohibido entrar de a dos (había que tener cuidado de que no se nos desvirtuara, de hecho ideamos el slogan "dormidero no es telo").

En fin. Otra idea que me roban. Aunque tal vez nuestro proyecto de los dormideros populares todavía sea viable, en cuyo caso no sé qué estoy haciendo publicandolo acá..















En Perfil salió un artículo de Pedro Mairal sobre este tema que está divertido

sábado, 29 de mayo de 2010

Mis papás eran unos copados

Una página con fotos viejas de gente. Hasta ahí, poco interesante. Salvo que esas personas ahora son padres. Y las fotos son enviadas por los hijos. Es conmovedor pensar que algún día, tal vez, gente que hoy no existe va a mirar fotos nuestras y va pensar qué jóvenes/lindos/copados éramos.
Me sirve a mí como aprendizaje, porque siempre odio como salgo en las fotos. Pero miro fotos viejas y pienso "no estaba tan mal"...

myparentswereawesome.tumblr.com

La ciencia y yo: tres ejemplos

1- Hay un barco gigante en el pedazo de río que veo desde la ventana. Lo percibo moviéndose y empiezo a creer en la redondez de la tierra.

2- Sólo comprendí de verdad las fracciones cuando leí Moby Dick; un libro tan gordo que me permitía, al ir avanzando, entender las infinitas fracciones que hay entre un cuarto y un tercio, entre un tercio y dos tercios, entre un tercio y un medio…

3- Tuve sólo un perro y lo vislumbro en los rasgos y formas de todos los animales del planeta.

martes, 18 de mayo de 2010

El haiku más choto del mundo

Soñé que iba
a un telo en Japón con vos
qué lindo sueño




Sí, era sólo para pegar ese link

domingo, 2 de mayo de 2010

casi un poema de amor para él*

Yo entendí, como Superman 2, que era mortal cuando me enamoré.





*el Blog es mejor que twitter porque se puede titular

martes, 20 de abril de 2010

similia similibus curantur













Hace unos días fui a una homeópata por primera vez, buscando la cura a la alergia.
En la sala de espera colgaban títulos en ruso, y otros de la UBA. La gente, muy mayor, que también esperaba no parecía la viva imagen de la salud, y dentro mío la chispa de escepticismo se empezó a agrandar. "La gente sana no va al doctor" -Pensé.
Cuando la doctora me hizo pasar, me indicó que me sentara en un sillón grande de cuero verde mientras ella se acomodaba enfrente mío con una hoja que iba llenando de datos sobre mí.
"¿A qué huele tu sudor?" -Me preguntó. "A sudor" - Dije yo. "¿A chivo?"- Se impacientó ella con acento ruso. Me reí.
Cuando me estaba auscultando me acordé de lo que había leido sobre homeopatía en Wikipedia y del viejo chino misterioso al que una vez fui a acupunturarme, y sentí llegar un ataque de risa que luché con todas mis fuerzas por contener. Seguro se dio cuenta. Me recetó un remedio hecho de bichitos de mar, de caparazón dura e interior blandito, porque dijo, así le parecía que era yo.
"No sé cómo funciona esto..." Le dije, esperando que me explicara algo que yo no hubiera leido en Internet, algo que me hiciera creer que voy a curarme comiento las bolitas de azúcar. "Quiero creer" le hubiera dicho, levantando el puño, y rasgandome un poco la camisa, si me hubiera animado. Quiero creer que voy a curarme tomando un poco de eso que me hace mal, como los que creen que es posible curarse hablando de lo que les provoca angustia. Estamos todos cansados de atacar el síntoma. Así que ¡vengan esos globulitos! Que lo similar cure lo similar, y el bichito marino haga su magia sobre mí, que soy su semejante.

Empieza la Feria del Libro, irónica... Grrr

sábado, 20 de marzo de 2010

Vacaciones

Queridos todos,


Les cuento que llegamos, después de tres películas que no pasaron por el cine, y tres comidas en bandejitas de plástico recalentado a nuestro destino: el mundo antiburgués y romántico del camping patagónico.
El primer día tardamos bastante en armar la carpa porque hacía mucho viento y el frío nos congeló un poco las manos. No esperábamos estos 5 grados en pleno enero, pero ahora por suerte el tiempo está mejorando. Yo todos los días lloro un poco. Me duele la espalda, de noche tengo frío y aunque tenía muchas ganas de ver las estrellas no aguanté más de tres minutos ahí afuera con el vientito helado. Trato de no tomar líquido una hora antes de irme a dormir, porque si tengo ganas de ir al baño de noche tengo que caminar medio kilómetro en la oscuridad total y es probable que no encuentre el camino de vuelta hasta que amanezca. Igual lo paso bien porque F*** se esmera en que me guste, y me da tanta ternura que hasta pienso que en algún momento lo voy a empezar a disfrutar.
Acá está lleno de familias numerosas enteras, con hijos de menos de diez años, que se trasladan de una punta a la otra del país para hacer en sus vacaciones todo lo mismo que hacen durante el año, pero sin heladera, sin cama y sin luz eléctrica. Me impresionan muchísimo, parecen beduinos con carpas gigantes. Tengo la sensación de que las familias de campamentistas no van en busca de excursiones o de aventura, sino que replican la misma vida que llevan en la ciudad, pero al aire libre, y reemplazando la tele por los juegos de cartas en la entrada de la carpa. Nosotros salimos temprano y volvemos a la tarde, y ellos siempre están ahí. Disfrutando de la vida silvestre. Supongo que cuando uno tiene hijos y se va de vacaciones con ellos no hay forma de que no lo siga la rutina.
También hay varios grupos de profesores de educación física, que son los reyes del campamento, porque todo lo hacen bien. Son los que primero arman la carpa, los que juntan la mejor leña y hacen el mejor fuego. Las chicas son las que más rápido se bañan y en general no le tienen miedo a ningún bicho.
Anoche comimos con un fuego que hicimos nosotros. Sentí por un momento una conexión con los primeros humanos, es realmente algo mágico el fuego. Comimos fideos con sal y tierra. Me di cuenta de lo aburguesados que estamos y me detesto por odiar el olor a humo que me queda en el pelo.
No voy a hablar de la experiencia del baño porque conservo algo de orgullo propio.
Los lugares que conocimos son muy lindos, pero todos los que me dijeron que eran espectaculares estaban mintiendo. Nos gustaron los lagos, pero son todos muy parecidos entre sí.
Es obvio que tomé frío porque al cuarto día me resfrié y la fiebre me duró casi una semana. Tuvimos que ir a un hotel por cuatro días porque no paraba de llover y se nos había roto la carpa. Nos salió caro. Todos los hostels están llenos y no hay muchas opciones. Compramos un montón de comida y chocolate y F*** me hizo una sopa con el calentador de agua que usamos en la carpa. Nos metimos en la cama y ahí nos quedamos, durante cuatro días, comiendo y viendo una película tras otra en cable hasta que a mí me bajara la fiebre.
Estamos conversando la posibilidad de ir a Brasil para el año que viene.

Besos a todos, les mando una foto del camping:




lunes, 15 de marzo de 2010

Gran futuro para este chico

Sir Bad y el caso de la muerte del Jipi, por Thomas (11 años)





Del blog de Siempre de viaje y el taller de Cecilia

Las olas, el viento y la sala de cine

Las vueltas de la vida me llevaron la semana pasada al festival de cine Pantalla Pinamar, en la costera ciudad de las piñas y el veraneo de los ricos (aquellos que no son tan ricos o tan faranduleros como para ir a Punta del Este)

Además de las cosas de trabajo (ejem) que tenía que hacer tuve tiempo para ver dos pelis:




London River, que es buenísima, y de la que se podría decir mucho. Trabaja Brenda Blethyn haciendo de inglesa de clase media, que le sale genial, y un actor africano alto como un árbol que conmueve con una actuación tan despojada que si no hubiera visto esta foto en la que se está riendo, hubiera pensado que el oso de plata a mejor actor que le dieron en Berlín era una injusticia... ¡si el tipo no está actuando!
Pero sí, estaba actuando. Bien merecido el Oso.

También vi ésta:



Me entusiasmé con que fuera una nueva versión del clásico Los Monstruos y además estaba el director, que podía llegar a decir algo interesante. No sé si hay mucho para decir, a mí personalmente me decepcionó. Conserva el mismo formato que las anteriores, de varios episodios cortos y de los 16 algunos son buenos. Hay pequeños homenajes ocultos a las otras dos películas, pero le falta algo. Encanto.
Vendría a ser el equivalente italiano de Esperando la carroza 2.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Blog caníbal

Después de considerar comernos a Borges y visto que este blog se está volviendo antropofágico, me puse a reflexionar y llegué a la conclusión de que la patrifagia, si tal palabra existe, es metafóricamente una de las actividades preferidas de los escritores, que se comen sistemáticamente a sus padres ilustres.

Todos comemos de alguien y algunos talentosos tienen la suerte de expulsar alguna cosa buena, de consistencia novedosa y de valor.

Como estas metáforas me están empezando a dar asco, sólo quiero decir que me emociona profundamente la llegada de este nuevo libro a la vida literaria:


Pride and Prejudice and Zombies



No puedo imaginarme cómo Orgullo y Prejuicio puede combinar con zombies comedores de cerebros, pero aunque los muertos vivos siempre me dieron miedo, me gustaría mucho leerla. Más que nada porque soy una consumidora voraz de todo lo que tenga que ver con Jane Austen: desde las brillantes adaptaciones de la BBC con guiones de Andrew Davies, las no tan brillantes de ITV (excepto Lost in Austen que es fantástica!), las chotas películas con Keira Nightley, las versiones Hollywood como Clueless o la (mucho peor) The Jane Austen Book Club, las versiones Bollywood hasta bueno, ésta con zombies.

Si alguien quiere regalarmela, la venden en KEL a 71 pesos.

jueves, 18 de febrero de 2010

Una prueba más de la heterogeneidad constitutiva de este blog

(Y si tuviera un twitter tal vez lo pondría ahí)

Leo: "Lo cierto es que Borges estaba delicado de salud; tenía cáncer de hígado y en enero fue hospitalizado durante 22 días". Siento instantáneas y grotescas ganas de comer galletitas con paté.
Soy un monstruo.

sábado, 13 de febrero de 2010

Regalo de San Valentín

Reflexión rimada sobre la incidencia de los medios audiovisuales en nuestro comportamiento sexual


Siento que una cosa es verdadera:
la gente sin televisor
hacía el amor
de otra manera



Foto: 9gag.com

miércoles, 3 de febrero de 2010

Toilet Trauma

En una escena de su fantástica novela Estupor y temblores, Amélie Nothomb cuenta cómo recibe miradas de puro odio de su jefa japonesa cuando, con su sentido común occidental, ella la sigue para consolarla durante un ataque de llanto, y la ve sonándose la nariz.

La mujer japonesa, aun hoy, no se deja ver ni oír emitiendo fluido corporal alguno. Tal es el temor de las mujeres a ser sorprendidas por otro ser vivo en algún acto fisiológico (llorar?!) que la mente nipona ha inventado uno de los artefactos más ingeniosos pensados exclusivamente para la paranoia de la dama:





Otohime: un aparatito que al apretar el botón hace el mismo ruido del botón del inodoro. Porque aparentemente durante la estadía en el toilette las chicas para tapar cualquier ruido vergonzante apretaban tanto el botón que se producía un gasto enorme de agua. En los baños privados y públicos de Japón, según se cuenta, hay de estos aparatos con sonidos a elección: música, lluvia, olas de mar, etcétera.
La diferencia con el aparatito éste es que es portátil y sirve para llevar a lugares en los que tal vez no haya uno instalado en la pared (cuando viajan, supongo).

Yo pienso comprarme uno cuando vaya a Japón, y ya estuve pensando que además de la función original vendría muy bien usarlo en reuniones de amigos cuando alguien cuente un chiste muy malo o apretarlo al azar mientras hablamos por teléfono para un efecto sorpresa.