lunes, 15 de marzo de 2010

Las olas, el viento y la sala de cine

Las vueltas de la vida me llevaron la semana pasada al festival de cine Pantalla Pinamar, en la costera ciudad de las piñas y el veraneo de los ricos (aquellos que no son tan ricos o tan faranduleros como para ir a Punta del Este)

Además de las cosas de trabajo (ejem) que tenía que hacer tuve tiempo para ver dos pelis:




London River, que es buenísima, y de la que se podría decir mucho. Trabaja Brenda Blethyn haciendo de inglesa de clase media, que le sale genial, y un actor africano alto como un árbol que conmueve con una actuación tan despojada que si no hubiera visto esta foto en la que se está riendo, hubiera pensado que el oso de plata a mejor actor que le dieron en Berlín era una injusticia... ¡si el tipo no está actuando!
Pero sí, estaba actuando. Bien merecido el Oso.

También vi ésta:



Me entusiasmé con que fuera una nueva versión del clásico Los Monstruos y además estaba el director, que podía llegar a decir algo interesante. No sé si hay mucho para decir, a mí personalmente me decepcionó. Conserva el mismo formato que las anteriores, de varios episodios cortos y de los 16 algunos son buenos. Hay pequeños homenajes ocultos a las otras dos películas, pero le falta algo. Encanto.
Vendría a ser el equivalente italiano de Esperando la carroza 2.

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