(Pesadilla)
Lo más extraño de todo es que yo era Bruce Willis con peluca negra. Estaba en Chacarita, era de noche y tenía que volver a mi casa, entonces tomaba un radiotaxi y le daba la dirección. El tipo era medio raro y yo sospechaba, pero me quedaba tranquilo/a porque era Bruce Willis y tenía la fuerza para, eventualmente, cagarlo a palos.
El taxista se empezaba a desviar por calles oscuras y yo le preguntaba qué hacía, y lo amenazaba con tirarme del auto. Él seguía paseándome por el barrio, entonces yo abría la puerta del taxi en movimiento para golpearla con otros coches, como venganza. El tipo retomaba por una calle que nos devolvía a Chacarita, a la esquina de la pizzería y el kiosco de diarios. Me decía que tenía que buscar algo, que lo esperara, y subía por una puerta frente a la estación del subte B. Yo entonces me bajaba y paraba otro radiotaxi (que son más seguros) y le decía que arrancara rápido porque le quedaba debiendo $5 al taxista. El nuevo conductor empezaba a avanzar pero la luz se ponía en rojo y justo el otro bajaba. Cuando me veía adentro del nuevo taxi, abría el baúl del suyo, sacaba un arma y me disparaba como diez veces a través de la ventanilla. Yo me protegía con una revista. No sé muy bien qué pasaba después, no sentía dolor.
* * *
En la “escena” siguiente estoy caminando por la calle y todavía es de noche. Tal vez es después de bajarme del taxi en el que me habían disparado. Veo que se acerca caminando Vale, que va a encontrarse con un amigo y lleva en la mano una jarra de leche, de ésas de metal que ya no se ven casi. Nos saludamos de lejos. Veo a mi abuelo que pasa también por la calle y está preocupado por la gente que vive en la casa afectada por el “tren flotante”. Se trata de una parte del tren que termina en Chacarita, que por alguna razón misteriosa se descarrila durante el viaje y se hunde bajo la tierra para aparecer detrás de esa casa. Las personas están aparentemente aterrorizadas con el tren fantasma. Nos asomamos a las ventanas del frente, muy típicas de ese barrio. Adentro hay varios chicos acostados en camas marineras y un televisor prendido. No recuerdo qué programa están pasando. Presenciamos el temblor que provoca el tren flotante y mi abuelo les asegura que va a hacer todo lo posible por ayudarlos. Me alejo unos pasos y me despierto, con taquicardia y contractura en el hombro derecho.
domingo, 2 de diciembre de 2007
Siesta
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5 comentarios:
me alegra volver a leerte :)
respecto a tu siesta... oh! por Dios!!! Bruce Willis??!!! Que se apoderó de ti??!!!
Creo que es porque Bruce Willis fue tema recurrente de conversación últimamente, además hace poquito vi Pulp Fiction después de mucho tiempo y parece que estaba ahí latente... viste como son los sueños
beso Mechi!
Che, Freud se haría un festín con tus pesadillas, segurito segurito...
ahora, tenía que tener peluca negra tu yo Willis?? Todo analizable, es decir, hay un pequeño trauma con tu nuevo corte y esas cosas, lo que si no puedo analizar es qué tengo que ver con una jarra de leche???
Dejemos a los psicologos que hagan de las suyas.
Besos
yoko, seguis siendo la misma grossa de siempre... NO CAMBIES NUNCA, TE QUIERO
Gaby
gaby!!! posteáte unas pinturaaaas
beso!
Yo(ko)
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