martes, 30 de junio de 2009

pistas de que ya no se es tan joven (horror silencioso)

Consciente del paso del tiempo, descubro en los resquicios más rutinarios del devenir algunas señales de mi propio envejecimiento:


-empiezo a preferir el chocolate amargo sobre el chocolate con leche
-ya no puedo distinguir con la lengua los bordes aserruchados de los dientes
-disfruto de ver los noticieros
-encuentro algún módico placer en la cocina
-se me pegan los caramelos a los dientes, y me molesta



5 comentarios:

Valeria dijo...

Nooo!!! por favor, niña! mirá, tal vez algunas de las cosas que pusiste son ciertas, porque yo también empiezo a encontrar interesantes los noticieros, a no sentir el serruchito de los dientes, disfruto en la cocina, pero algo que no comparto de ninguna manera es la elección del chocolate, por qué hay que elegir si podemos comer los dos??!!! Pero bueno, sabés que en mi interior aún soy una niña y que me encanta serlo!
Te quiero!
Besotes

Ganirivi dijo...

sí, bueno, cuando puedo como de los dos, pero ayer me ofrecieron de una bolsa unos toblerone miniatura y agarré el amargo... fue como un vortex y de golpe me vi sin dientes y con diez nietos
jajajaja

besoo

Debi dijo...

Horror silencioso! A mí me fastidia ir a eventos festivos en los que el baño no es un lugar accesible (hay que buscarlo, hay que hacer cola). También etsoy sorprendida porque creo que me dejó de gustar el vino con coca cola (la última vez que lo probé me pareció que tenía gusto a reviente). Ah bueno, y tengo toda la piel reseca (esa es grave, creo que me estoy descomponiendo).

Kana dijo...

Me doy cuenta de mi adultez cuando digo "¿vamos a tomar un café?" en vez de un porrón.
Además de preferir helado de frutos rojos en vez de la típica combinación "chocolate-dulce de leche granizado-crema americana" y otros tantos ejemplos más.

Ganirivi dijo...

dEBI, lo de la piel seca es por el cigarrillo, pero sí, es terrible vislumbrar el estado en que van a estar nuestras manos cuando seamos viejas.

y Kana, lo del helado.. mmm, yo siempre fui del tipo amargo que pide gustos de agua :-) aunque me asusté una vez que la coca cola me pareció muy dulce.